Logo
Vida y Sociedad

La cocina como forma de estar

Vida y Sociedad

Publicado el 07/08/2025 a las 20:00 por Victoria Tejeira

Imagen del artículo

Una cocina en silencio puede decir más que una conversación entera.

Algo que hierve lento, una cuchara que baila y el vapor que abraza. En ese casi invisible y cotidiano ritual doméstico, hay una intención, puesto que cocinar, más allá de ser una actividad rutinaria, es una forma de expresión. Un arte que habla de quién se es, de lo que se siente, de cómo se observa al mundo. Y en su sencillez reside el poder de convertir lo mínimo en un gesto lleno de sentido.

Destacan los distintos idiomas culinarios, tanto los que se heredan, como los que se inventan. Existen los gestos pausados, la suavidad y el fuego lento. Presentándose también la intensidad, en manos que se mueven con urgencia.

Hay quienes aprenden a través de la observación, recetas dichas al oído que no se miden ni se apuntan, no mantienen una técnica precisa. Por otro lado, está el idioma construido desde cero, a base de fallas, pruebas y ajustes. Funciona como forma de autoconocimiento, construyendo de esta forma un mapa personal. Todo es parte de un proceso que busca no solamente transformar alimentos, sino también emociones.

Cocinar puede tomar distintas formas, funcionando también como una máquina del tiempo. Cuando se cocina para volver, ya sea a una mesa del pasado, a una voz que ya no se escucha, a un hogar con olor a pan. Una herencia que suma gestos repetidos, aromas y saberes que se transmitieron, conservando historias familiares y rituales que forman parte de una identidad.

A veces se presenta como forma de resistir, refugio e incluso como un comienzo. Quien cocina busca una manera de acompañar sin invadir, ofreciendo sin pedir nada a cambio, entregando tiempo, cuidado y atención. De construir un momento compartido más cálido y humano.

Puede ser además, una forma de habitar con uno mismo. En la soledad que se presenta y una cocina encendida, nace el silencio más reparador que podría encontrar una persona. El cuerpo encuentra ritmo y la mente permanece quieta. Dar lugar a lo interno y tocar con las manos lo propio también es importante.

Cocinar a veces se convierte en la única manera posible de permanecer. Cuando las palabras no son suficientes, la distancia pesa o el mundo no parece detenerse, una comida hecha con intención puede convertirse en un recordatorio de dar la importancia requerida a momentos del día a día. Y eso, dicho con fuego, ollas y cuchillos, puede ser tan potente como un abrazo.

La cocina deja de ser cocina, puesto que hay una emoción que se cuela entre ingredientes y se convierte en un acto de declaración. En ese gesto tan pequeño, simple e íntimo, se transmite lo que somos, lo que sentimos y lo que queremos brindar.

Porque al final, cocinar no es solo hacer comida; es una forma de estar, incluso cuando no estamos.

Te puede interesar

¿Qué te pareció este artículo?

Compartí este artículo

Comentarios

Anónimo

07/08/2025 22:08

Hermoso artículo, muy verdadero

Micaela

07/08/2025 22:09

Hermoso felicitaciones

Muy bien escrito, además de cierta saludable hondura.

11/08/2025 15:40

Muy bien escrito, además de certero.

Dejá tu comentario

Gracias por apoyarnos💚

Gracias por apoyarnos💚